Ya lo dijo Fernando Savater en Ética y Ciudadanía:
Censurar es no ético.
Seamos filósofos,pues,y desde la disidencia escribamos nuestros pensamientos filosóficos que fluyen sin cesar en nuestra mente desde que somos niños cuando en el campo nos sentábamos y veíamos a las ranas y los sapos pegar saltos en el rio,y nos preguntábamos ¿por qué saltan las ranas?. La pregunta se hacía importante,y entonces nos acercábamos a la rana para cogerla y ver cómo se deslizaba entre nuestros dedos menudos y dispersos. La pregunta eso es lo importante,sentirnos vivos en ese maremagnu de pensamientos aporéticos que fluyen en nuestra mente cuando vemos a la ciudadanía deslizarse en la complejidad de la vida sin sentirse sabedora de sus quehaceres. Ahí está la pregunta que necesita respuesta como esa niña pequeña que ve saltar las ranas desde sus ojos observadores,y quiere saber porqué animalitos tan pequeños pegan saltos más grandes que ellas mismas. La respuesta está ahí en la vida,y la filosofía versa sobre la vida. Hablemos,pues,de la vida como bien nos decía Fernando Savater en ese maravilloso libro del año 1998,Las preguntas de la vida, donde se acuesta lo que somos ,lo que fuimos y lo que llegaremos a ser como esos hombres prehistóricos que habitaban cuevas en el norte de España,y allí se cobijaban del frío con las pieles de osos que cazaban en las altas montañas de Valles como los Pasiegos ,y se preguntaban cómo sobrevivir ante las grandes tormentas,y la fiereza de la naturaleza,esos hombres prehistóricos que se hacían grandes preguntas,las preguntas de la vida,de la naturaleza de dónde surge la filosofía. El hombre,pues,como centro de ese maremagnun de reflexiones necesarias para constituir mundos habitables certeramente como habitables son nuestras preguntas cuando encontramos la respuesta básica para seguir ahí en el mundo como centro del mundo,y a su vez como parte de él. Ya lo decía Aristóteles el hombre,Logos,como centro de reflexión filosófica,y ahí como un pequeño cosmos dentro del cosmo quiere hacerse y realizarse como persona como sujeto de derechos . El poder disentir,el derecho a disentir nos engrandece en este mundo de la filosofía,y de la ciudadanía porque nos capacita para el progreso del desarrollo humano que se hace desde un Estado democrático. Si disentimos entonces proyectamos el mundo a nuevos mundos habitables y el hombre se engrandece en sus pensamientos y haceres porque la vida es quehacer,y en ese quehacer el hombre deja las sombras,y llega a la luz de la filosofía que no es otra cosa que progresar humanizar el mundo desde el sentido crítico. He ahí el ser del filósofo,el espíritu crítico,la capacidad de disentir del rebaño,y hacernos heterodoxos para decir adíos a lo establecido,y encontrar nuevos caminos hacia el progreso humano,el progreso de la humanidad. Y, qué mejor que Fernando Savater para hablarnos de la necesidad de ser heterodoxos,y disentir del rebaño en una sociedad donde la necesidad de evolucionar posibilita enterrar la violencia,el terrorismos y otras tantas aporías que nos han acompañado a este siglo XX,y que parece que no quiere dejarnos solos,sino más bien enterrarnos vivos destrozando la humanidad. La heterodoxia,la capacidad de disentir y la necesidad de habilitarla como seña de identidad de la ciudadanía nos posibilitaría enterrar lo que tenía que haber sido enterrado cuando llegó la Democracia a España, esa enfermedad con la que no hemos podido aun los españoles,el terrorismo,y la violencia explicitada en nuestra sociedad del siglo XX/XI.Quizás,por ello, Savater se merezca un homenaje como filósofo porque desde la heterodoxia ha luchado individualmente contra el Terrorismo,y todo tipo de violencia visualizable en nuestra sociedad. El terrorismo es como el carnet de identidad que lo llevamos a todas partes para que nos reconozcan. Vivir el terrorismo,y sentirse perseguido por terroristas es llevar llevar a la espalda algo que no te deja en paz como cuando salimos a la calle y sabemos que nuestro carnet nos acompaña,y sin embargo,el carnet nos permite ser nosotros mismos pues es imposible confundirnos,y el terrorismo lo llevamos detras queriendo encontrar ese espacio donde destruirnos y dejar de ser ,y he ahí la aporía,el carnet nos señala,y la ETA nos confunde. Quizás,si la ortodoxia dejara de ser ortodoxia,y el filósofo saliera a la calle diciendo lo que piensa sería factible destruir aquello que no se quiere ir de nuestro lado,aquello que nos confunde y que nos hace sentirnos menos hombres y mujeres.La vida es así pura aporía,y desde la misma el filósofo debería ver las vías para descifrar el problema de nuestra vida como ciudadanos. Savater ya lo dijo en su momento la palabra es lo que hace posible el derecho a disentir ,y desde el derecho el pensamiento toma la palabra como hicieron los filósofos de la Transición Española que hicieron heterodoxia con la filosofía.El filósofo es,pues,necesario .Filósofos como Savater son necesarios.
viernes, 4 de junio de 2010
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